El contexto del pasaje es que los corintios le habían escrito a Pablo con casos reales sobre la sexualidad. Pablo entonces responde sus inquietudes en este texto.
Pablo animaba a la soltería (vs. 22) pero entendía que quien no tiene el don de continencia y por causa de las fornicaciones, es necesario tomar en cuenta la vida matrimonial. Esto no quiere decir que Pablo considera el matrimonio un mal necesario, pues ya hemos visto que Dios instituyó el matrimonio en el principio como algo bueno.
Tanto la soltería como el matrimonio son dones de Dios (vs. 7)
Entrando a materia podemos alegar que cualquier cosa que estimule tu deseo sexual, que no sea tu pareja, desagrada a Dios.
En el verso 3 llama la atención que Pablo dice "cumpla" y le llama "deber conyugal." ¿Es amor o deber lo que debe existir en la pareja? Como sostiene 1 Cor. 13:3 el deber (o cualquier cosa que hagas) sin amor, no sirve de nada.
El marido debe entonces buscar su placer en el placer de su esposa. Esto quiere decir:
- Haz lo que el cuerpo del otro quiere que tú hagas.
- Busca que el otro tenga más placer que tú.
- Busca que te de placer que el otro tenga más placer que tú.
- Sé "egoísta" en cuanto a este concepto inverso.
- Evita todo tipo de situación donde estos parámetros no participen.
El acto sexual es un acto de fe, es Dios quien lo bendice, por tanto, pide a Él que satisfaga a tu cónyuge. Piensa cuan injusto sería aplicar el verso 5 a uno solo.
El ejercicio de la fe en la relación sexual se cumple cuando tenemos a nuestro cónyuge en primer lugar.
Conclusiones:
- Se intercambia un ejercicio de fe por otro—sexo por oración.
- El sexo bíblico sirve para luchar contra Satanás.
- Cuando el sexo no es bíblico o no hay sexo en la pareja, es falta de fe.
- Acostumbra a mezclar en el plato sexo, oración y acción de gracias. Cuando no hay sexo, ora por fortaleza para ejercitar la fe al enfrentar tentaciones.
Esta charla se acompaño por un video impartido por Miguel Nuñez que se vio y discutimos el martes 24 de febrero
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